El mercado de las bombillas se ha visto inundado de una serie de bombillas de bajo consumo. Estas bombillas están reemplazando lentamente a las bombillas incandescentes convencionales, que ahora están siendo eliminadas en varias ciudades y países de todo el mundo.
Al elegir la bombilla adecuada y de bajo consumo, es mejor elegir LED o diodos emisores de luz. Estas bombillas utilizan menos cantidad de energía, duran más y son las más seguras entre todas las bombillas de bajo consumo del mercado.
A continuación se presentan las principales razones por las que las luces LED son una opción más segura.
Están hechas de plástico A diferencia de las bombillas convencionales, como las incandescentes y las halógenas, las luces LED suelen estar hechas de plástico. Esto significa que no se romperán fácilmente en caso de que se caigan o se queden quietos de su mano mientras los instala.
No más fragmentos de vidrio de los que preocuparse o limpiar. También los hace más resistentes, lo que los convierte en una excelente bombilla para iluminación exterior.
No contienen sustancias químicas venenosas En comparación con las CFL o las lámparas fluorescentes compactas, las luces LED no contienen sustancias químicas venenosas. Las CFL contienen una pequeña cantidad de mercurio, lo que dificulta su reciclaje y eliminación. En caso de que una luz LED se rompa, no tendrá que preocuparse por exponerse al mercurio.
No se calientan Las bombillas LED utilizan una reacción química, no un filamento, para crear luz. Esto hace que produzcan muy poco exceso de calor por lo que no se calientan ni siquiera cuando llevan mucho tiempo encendidos. Esto le permite utilizarlos con materiales ligeros como papel y tela sin preocuparse por el riesgo de incendio.
Son reciclables Debido a los materiales utilizados en su fabricación, las luces LED son reciclables.
Son más fáciles de desechar, consumen menos energía y no dejan muchos residuos al usarlos.